Investigadores del CIBERCV en el Vall d'Hebron Instituto de Investigación (VHIR) han demostrado en un nuevo estudio que el sexo biológico determina algunas diferencias metabólicas asociadas con el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares. El trabajo se ha publicado en la revista Scientific Reports y pone de manifiesto el papel de la metabolómica en el estudio de estas enfermedades y su traslación a la clínica.
Las enfermedades cardiovasculares son las principales responsables de la mortalidad a nivel mundial. La optimización de la atención precoz y un tratamiento médico personalizado permitiría reducir la tasa de mortalidad cardiovascular; para ello son necesarias herramientas de cribado que se puedan aplicar a nivel poblacional.
Además, el corazón es un órgano que requiere de mucha energía para su funcionamiento y, por tanto, es metabólicamente muy activo. Los investigadores han visto que aparecen pequeños cambios en el metabolismo antes de que las enfermedades se manifiesten abiertamente y, en el caso del corazón -aprovechando que está altamente irrigado- permite que los cambios en el metabolismo cardíaco se puedan detectar en la sangre.
Por este motivo, "en el laboratorio queremos aprovechar herramientas de inteligencia artificial para analizar los perfiles metabólicos de la sangre obtenidos con espectroscopia de resonancia magnética (RMN), que nos permitan estratificar el riesgo cardiovascular de forma individualizada", comenta Ignasi Barba, investigador del CIBERCV y primer autor del estudio. Un paso previo importante antes de afrontar este reto es el estudio de cómo los factores de confusión en el diagnóstico cardiovascular afectan al patrón metabólico. "Y uno de estos factores de confusión es el sexo ya que las mujeres, edad por edad, tienen un riesgo cardiovascular menor al de los hombres", afirma el investigador.
Hasta ahora se conocía que el sexo afecta al patrón metabólico de la sangre, concretamente a los tipos de lípidos. En el estudio, utilizando espectros de RMN de de suero completo, se ha podido demostrar que las mujeres tienen niveles más altos de lipoproteínas que los hombres. Pero también se ha visto que a parte de los lípidos, existen otros metabolitos que son diferentes. Concretamente, a partir de una población de alto riesgo cardiovascular pero sin enfermedad evidente "se ha podido observar otras diferencias metabólicas asociadas al sexo, principalmente se han detectado niveles más elevados de glucosa y ácido láctico en mujeres que en hombres", explica el Dr. Barba, jefe del grupo de Enfermedades Cardiovasculares del VHIR.
"El conocimiento de la variación en el perfil metabólico asociado con el sexo facilitaría la traducción metabolómica en la clínica", añade.
Este artículo es el punto de partida de un estudio mucho mayor, con 130 pacientes, sobre el patrón metabólico en el diagnóstico cardiovascular que han iniciado en el grupo de Enfermedades Cardiovasculares del VHIR junto con el CIBERCV, y del que se esperan resultados para finales de este año 2019.