Ministerio de Ciencia e Innovación

Buscamos liderar los esfuerzos de investigación e implementación de la prevención cardiovascular en España

Jaume Marrugat, coordinador del Programa de Investigación en ‘Epidemiología cardiovascular y factores de riesgo’
CIBER | viernes, 2 de febrero de 2018

El Programa de Investigación del CIBERCV sobre Epidemiología Cardiovascular y Factores de Riesgo se centra en investigar el mecanismo que vincula los factores de riesgo cardiovascular con las enfermedades graves que conllevan, como por ejemplo la cardiopatía isquémica y la enfermedad cerebrovascular. El objetivo principal es reducir el alto impacto en la sociedad de las enfermedades cardiovasculares y su carga económica en la atención sanitaria. Para ello, en el marco de este Programa se lleva a cabo una investigación multidisciplinaria coordinada a nivel poblacional sobre los mecanismos genéticos y moleculares implicados en las patologías cardiacas. En palabras de su coordinador, Jaume Marrugat, “la ambición de este Programa es también liderar los esfuerzos de investigación e implementación de la prevención cardiovascular en España”. Para lograr este objetivo, asegura, “contamos con aportes de excelentes grupos de investigación con sólida experiencia y la convicción de que los resultados deben traducirse mediante la transferencia de conocimiento al sector industrial para fomentar la innovación y el desarrollo”.

-Usted coordina el programa de investigación del CIBERCV en ‘Epidemiología cardiovascular y factores de riesgo’, ¿qué supone la puesta en marcha del CIBER de Enfermedades Cardiovasculares para el progreso de la investigación en este campo?

-La capacidad de dar una dimensión poblacional lo más amplia posible a los estudios clínicos y de factores de riesgo constituye uno de los mayores desafíos de la Epidemiología en general y de la Cardiovascular en particular. Organizativamente la estructura CIBER representa una evolución natural, una nueva escala, de las redes de investigación cardiovascular iniciadas como tales en 2003, y que tras la unión realizada en forma de Red hace unos años, consolida 40 grupos de investigación acreditados para llevar a cabo colaborativamente las tareas y objetivos priorizados en los cuatro programas  que lo conforman.

-¿Cuáles considera que son los principales desafíos para la investigación en este campo?

-Los retos que me parecen más importantes en la epidemiología cardiovascular son de tipo estructural/organizativo y de tipo científico.

Los primeros nos los hemos marcado como un paso necesario hacia la consolidación de una estructura colaborativa virtual de grupos de investigadores en epidemiología cardiovascular del mayor número de comunidades autónomas. El Programa 3 se diseñó con el objetivo de fortalecer la interacción entre los grupos clínicos, epidemiológicos y de investigación básica dentro del CIBERCV. Sin embargo, varios de los grupos de investigación epidemiológica muy relevantes para este esfuerzo no pertenecen al CIBERCV, pero ya han respondido positivamente a nuestra invitación a integrarse en un macro-proyecto colaborativo: en este momento tenemos 19 estudios con cuyos datos contamos para el proyecto de Integración de Bases de Datos de Estudios Poblacionales (InBaDEP) con unos 70.000 participantes. En este paquete de retos también nos hemos planteado conseguir integrar una colección distribuida geográficamente de muestras biológicas (BioDis) los mismos estudios.

-¿Y en cuanto a los retos científicos?

-El segundo grupo de retos tiene que ver con el terreno científico, y se dirigen a resolver dos grandes paquetes de cuestiones:

Por un lado, aspectos de epidemiología, cohortes, factores de riesgo y funciones de riesgo cardiovasculares. El objetivo de esta línea es determinar la carga de las enfermedades cardiovasculares y sus factores de riesgo en nuestra población. Para ello se desarrollarán o mejorarán las herramientas actuales para estimar el riesgo cardiovascular y se evaluará la efectividad de los tratamientos o intervenciones preventivas.

Por otro, lo relativo a estudios poblacionales y evaluación de la base genética/epigenética de rasgos cardiovasculares complejos. El objetivo de esta línea es desentrañar los mecanismos genéticos y epigenéticos relacionados con la cardiopatía isquémica y sus factores de riesgo, para finalmente identificar determinantes y moduladores de estos rasgos y mejorar las estrategias de prevención.

-¿Cuáles son las prioridades que se marca como coordinador de este Programa durante esta primera fase desde su puesta en funcionamiento?

-Durante el primer año hemos confeccionado un programa científico factible, ambicioso y transferible a la práctica clínica. Los próximos meses van ser intensos en la preparación de las bases de datos conjuntas.  

-¿Cuál es el balance que hace de estos primeros meses de trabajo?

-El balance es francamente positivo. Me limitaré a valorar los grupos que colaboran en los proyectos del Programa de Epidemiología Cardiovascular CIBERCV según la evaluación 2017: todos han superado ampliamente la puntuación de 60 puntos sobre 100, lo cual indica que se han mostrado activos y con iniciativa.

-¿Cuál es el objetivo de este programa y qué líneas de investigación abarca?

-El propósito del Programa sobre Epidemiología Cardiovascular y Factores de Riesgo es investigar el mecanismo que vincula los factores de riesgo cardiovascular con las enfermedades graves que conllevan, como por ejemplo la cardiopatía isquémica y la enfermedad cerebrovascular. El objetivo principal del presente programa es reducir su alto impacto en la sociedad y su carga económica en la atención sanitaria. Para ello se llevará a cabo una investigación multidisciplinaria coordinada a nivel poblacional sobre los mecanismos genéticos y moleculares implicados en las patologías cardiacas.

La ambición del Programa 3 es también liderar los esfuerzos de investigación e implementación de la prevención cardiovascular en España. Para lograr este objetivo, contamos con aportes de excelentes grupos de investigación con sólida experiencia y la convicción de que los resultados deben traducirse mediante la transferencia de conocimiento al sector industrial para fomentar la innovación y el desarrollo.

-¿Colaboran dentro de este programa con grupos de otras áreas temáticas del CIBER?

-Nuestros proyectos son muy interdisciplinares. Hemos tomado la iniciativa en coordinar esfuerzos en proyectos concretos con otras áreas temáticas del CIBER como CIBEROBN, CIBERESP, y Redes temáticas RETICS como REDSIDA. Por supuesto, los grupos del Programa 3 de Epidemiología, por las características de transversalidad del programa, colaboran con el resto de programas de CIBERCV (Programa 1: Daño miocárdico y sus consecuencias, Programa 2: Patología arterial, isquemia miocárdica y patología estructural del corazón; y Programa 4: Biomarcadores moleculares y de imagen, y medicina CV de precisión), pero muy especialmente con el Programa 2 por su afinidad temática en temas de epidemiología poblacional y clínica de la cardiopatía isquémica.

-Una de sus líneas de investigación se centra en la evaluación de la base genética y epigenética de los rasgos cardiovasculares complejos, ¿cómo permitirán los nuevos avances en este campo intervenir sobre los factores de riesgo de la cardiopatía isquémica?

-Los avances en el conocimiento de las bases genéticas y epigenéticas de los rasgos cardiovasculares complejos nos permitirán avanzar en varios aspectos:

En primer lugar, conocer mejor la etiopatogenia de las enfermedades cardiovasculares. En el caso de la enfermedad coronaria únicamente 1/3 de los genes identificados y asociados con esta enfermedad se asocian con los factores de riesgo cardiovascular clásicos. Es decir, los estudios genéticos identifican muchos genes y vías independientes de los factores de riesgo clásicos y que tienen un papel importante en la progresión de la arteriosclerosis.

En segundo lugar, identificar nuevas dianas terapéuticas. Los estudios genéticos han descubierto genes asociados con los factores de riesgo cardiovascular (Ejemplos: PCSK9 relacionado con el colesterol LDL, ANGPTL3/4 relacionados con los triglicéridos) y ya se han desarrollado nuevos fármacos que han demostrado eficacia en el control del factor de riesgo, y en el caso de los anticuerpos anti-PCSK9 también en la reducción de los acontecimientos cardiovasculares.

En tercer lugar, mejorar la estimación del riesgo cardiovascular para identificar con mayor precisión los individuos con alto riesgo cardiovascular y que más se pueden beneficiar del control de los factores de riesgo cardiovascular.

En cuarto lugar, la farmacogenómica. Ya existen algunos marcadores genéticos que pueden identificar a los pacientes con mayor riesgo de presentar miopatía al iniciar el tratamiento con estatinas.

Todo ello contribuirá a entender mejor la etiopatogenia de las enfermedades cardiovasculares y avanzar en el área de la medicina de precisión.

-¿Cuál estima que es la carga de las enfermedades cardiovasculares y sus factores de riesgo en nuestro país y cómo ha evolucionado en los últimos años?

-Hay varias facetas de este problema. En una reciente publicación colaborativa europea, mostramos que la incidencia de la cardiopatía isquémica ha descendido en toda Europa en los últimos 30 años. En España, lo hace en las mujeres de 35 a 74 años pero no en los hombres. Si bien es cierto que nuestra región partía de cifras más bajas que los otros 5 países participantes, también lo es que no se alcanzó la significación estadística en el descenso. Hay por lo tanto, espacio para la mejora, y ésta no puede venir de otro esfuerzo que no sea la prevención cardiovascular a escala poblacional.

En el terreno de la mortalidad cardiovascular, también sabemos que la pendiente del descenso iniciado en los años 70 del siglo pasado se va atenuando y parece aplanarse en la actualidad. La letalidad hospitalaria de los pacientes ingresados por infarto agudo de miocardio ha descendido del 18% EN 1978 a menos del 5% en el último estudio en pacientes hospitalizados de 31 centros españoles en 2016.

Lamentablemente, la cifra que más nos preocupa en estos momentos es la de pacientes fallecidos por muerte súbita cardiaca que ha permanecido invariablemente alrededor del 30% en los últimos 30 años. Hay que hacer nuevamente énfasis en la prevención cardiovascular para minimizar el número absoluto de estos casos de presentación abrupta y prácticamente intratable de la enfermedad coronaria. 

-Un artículo de su grupo sobre los factores de riesgo cardiovascular en España en la primera década del S.XXI acaba de ser premiado por la Sociedad Española de Cardiología, ¿cuáles son las aportaciones de esta publicación al mejor conocimiento de estos factores de riesgo en nuestro país?

-Fue realmente una alegría y un privilegio recibir el premio al artículo con mayor impacto internacional de la Revista Española de Cardiología. Desde hace algunos años, hemos aprendido que la prevención primaria de la enfermedad coronaria ha conseguido reducir el nivel medio de colesterol LDL y detectar y controlar mejor la hipertensión. Sin embargo, el descenso en el consumo de tabaco es más modesto y la diabetes sigue con una prevalencia imperturbable. Lo que más nos preocupa de los hallazgos de este artículo, y de otros de otros autores, es que el sobrepeso y la obesidad han ido ganando terreno en su prevalencia en los últimos 30 años. Su efecto indirecto sobre la salud es muy nocivo ya que su persistencia, en unos 20-30 años, conducirá a un aumento de la prevalencia de diabetes, de dislipemia, de hipertensión arterial y otras derivadas metabólicas de un índice de masa corporal excesivo. Esta nueva situación podría incluso traducirse en un repunte de las enfermedades cardiovasculares a largo plazo.

-¿Hemos avanzado hacia una mayor concienciación por parte de la población sobre los factores de riesgo cardiovascular?

-Es difícil responder con precisión a esta pregunta porque ningún estudio poblacional lo ha abordado explícitamente. Sin embargo, y a tenor de las mejoras en los niveles de colesterol y de presión arterial a escala poblacional, parece que ciertamente habría una concienciación colectiva, ya que no consta que se hayan realizado campañas publicitando la intervención o modificación de estos factores de riesgo.